domingo, 6 de marzo de 2011

SCHELER, FILOSOFÍA DE VALORES

Un aporte fundamental de Scheler ha sido la descripción de la enorme riqueza e importancia ética que posee la vida emocional del hombre. La cual es primaria respecto de todo otra forma de saber. Usa del método de Husserl de la descripción fenomenológica aplicada a las emociones que relacionan a los seres humanos unos con otros y con el mundo de los valores, especial importancia poseen el amor y el odio como las actitudes radicales para la captación de los fenómenos valóricos. Partiendo del concepto husserliano de reducción fenomenológica, Scheler distinguió las esencias de lo que es tangible, real o existente, lo que llevó a la afirmación de la independencia de los valores (eternos e invariables) respecto de los bienes, que serían sólo sus portadores circunstanciales (lo que ha significado que a Scheler se le acusase de platónico). En importancia, a este título le siguió su obra más famosa El formalismo en la ética y la ética material de los valores (1913-1916), un tratado en dos volúmenes que intentan dar un nuevo fundamento personalista a la ética, desde este nuevo fundamento se critica el enfoque ético meramente formal del filósofo alemán Immanuel Kant y lo cambia por un estudio de los valores en cuanto contenidos específicos de la ética, los que se presentan de un modo directo e inmediato a la persona y no a la conciencia como sostenía Husserl.
Los valores, según Scheler, se presentan objetivamente, como estructurados según dos rasgos fundamentales y exclusivos:

  1. La polaridad, todo los valores se organizan como siendo positivos o negativos. A diferencia de las cosas que sólo son positivas.
  2. La jerarquía, cada valor hace presente en su percepción que es igual, inferior o superior a otros valores. Esta jerarquía da lugar a una escala de valores que Scheler ordena de menor a mayor en cuatro grupos:
    1. Los valores del agrado: dulce - amargo
    2. Las valores vitales: sano - enfermo
    3. Los valores espirituales, estos se dividen en:
      1. Estéticos: bello - feo
      2. Jurídicos: justo - injusto
      3. Intelectuales: verdadero - falso
    4. Los valores religiosos: santo - profano

DIÓGENES Y LA AUTOSIFICIENCIA

Diogenes de Sínope , también llamado Diógenes el Cínico, fue un filósofo griego perteneciente a la escuela cínica. Nació en Sinope, ca. 412 a. C. y murió en Corinto en 323 a. C. No legó a la posteridad ningún escrito; la fuente más completa de la que se dispone acerca de su vida es la extensa sección que su tocayo Diógenes Laercio le dedicó en su Vidas, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres.
Diógenes de Sínope fue exiliado de su ciudad natal y trasladado a Atenas, donde se convirtió en un discípulo de Antístenes, el más antiguo pupilo de Sócrates. Diógenes vivió como un vagabundo en las calles de Atenas, convirtiendo la pobreza extrema en una virtud. Se dice que vivía en una tinaja, en lugar de una casa, y que de día caminaba por las calles con una linterna encendida diciendo que “buscaba hombres” (honestos). Sus únicas pertenencias eran: un manto, un zurrón, un báculo y un cuenco (hasta que un día vio que un niño bebía el agua que recogía con sus manos y se desprendió de él). Ocasionalmente estuvo en Corinto donde continuó con la idea cínica de autosuficiencia: una vida natural e independiente a los lujos de la sociedad. Según él, la virtud es el soberano bien. La ciencia, los honores y las riquezas son falsos bienes que hay que despreciar. El principio de su filosofía consiste en denunciar por todas partes lo convencional y oponer a ello su naturaleza. El sabio debe tender a liberarse de sus deseos y reducir al máximo sus necesidades.
Diógenes nació en la colonia griega de Sínope, situada en la costa sur del Mar Negro, en el 412 a. C. Nada se sabe acerca de su infancia excepto que era hijo de un banquero llamado Hicesias. Ambos fueron desterrados por haber fabricado moneda falsa. Diógenes se gloriaba de haber sido cómplice de su padre, y este suceso prefiguró, en cierto modo, su vida filosófica. Al parecer, estos hechos han sido corroborados por arqueólogos. Han sido descubiertas en Sínope un gran numero de monedas falsificadas (acuñadas con un gran formón) que se han datado en la mitad del siglo IV a. C. y otras monedas de la época que llevan el nombre de Hicesias como el oficial que las acuñó. No están claros los motivos por los que se falsificó la moneda, aunque Sínope estaba siendo disputada entre facciones pro-persas y pro-griegos en el siglo IV a. C., y quizá hubiera más intereses políticos que financieros.
Los griegos eran muy aficionados a las artes adivinatorias y solían acudir a los templos para consultar sobre su futuro. Pero la ambigüedad con que respondían los oráculos podía dar pie a todo tipo de interpretaciones. Según la leyenda, Diógenes fue a consultar el oráculo de Delfos y éste le dijo: «Vuelve a tu casa y da nuevas instituciones a tu tierra». Y Diógenes, de acuerdo con lo que el oráculo le dijo, pensó que no estaría mal empezar por cambiar, o mejor dicho: dar el cambiazo, de moneda.
Reflexionó sobre la vida y la autosuficiencia y obtuvo la conclusión de que todo lo que necesitamos lo obtenemos al nacer y por ello el fué feliz a pesar de lo poco que tenía.
Su sabiduría fue alagada por el propio Alejandro Magno.

UTILITARISMO

El utilitarismo es una teoría ética que asume las siguientes tres propuestas: lo que resulta intrínsecamente valioso para los individuos, el mejor estado de cosas es aquel en el que la suma de lo que resulta valioso es lo más alta posible; y lo que debemos hacer es aquello que consigue el mejor estado de cosas conforme a esto. De este modo, la moralidad de cualquier acción o ley viene definida por su utilidad para los seres sintientes en conjunto. Utilidad es una palabra que refiere aquello que es intrínsecamente valioso para cada individuo. En economía, se llama utilidad a la satisfacción de preferencias, en filosofía moral, es sinónimo de felicidad, sea cual sea el modo en el que esta se entienda. Estas consecuencias usualmente incluyen felicidad o satisfacción de las preferencias. El utilitarismo es a veces resumido como "el máximo bienestar para el máximo número". De este modo el utilitarismo recomienda actuar de modos que produzcan la mayor suma de felicidad posible en conjunto en el mundo.
Hay varios tipos de utilitarismo:

Utilitarismo negativista

Muchas teorías utilitaristas defienden la producción del máximo bienestar para el máximo número de personas. El utilitarismo negativista cree necesario prevenir la mayor cantidad de dolor o daño para el mayor número de personas. Los defensores de esta interpretación del utilitarismo argumentan que ésta propone una fórmula ética más eficaz, pues hay más posibilidades de crear daños que de crear bienestar, y los daños mayores conllevan suicidio los más grandes bienes. Es lo contrario del utilitarismo positivo. Defienden la produccion del mínimo malestar para el máximo número de personas.

Utilitarismo del acto contra el utilitarismo de las normas

Se han propuesto otras formas de utilitarismo. La forma tradicional de utilitarismo es la del utilitarismo del acto, que afirma que el mejor acto es el que aporta la máxima utilidad. Una forma alternativa es el utilitarismo de las normas, que afirma que el mejor acto es aquel que forme parte de una norma que sea la que nos proporciona más utilidad.
Muchos utilitaristas argumentarían que el utilitarismo no sólo comprende los actos, sino que también los deseos y disposiciones, premios y castigos, reglas e instituciones.

 Utilitarismo preferencial

En un tipo particular de utilitarismo que define a la utilidad en términos de satisfacción de las preferencias. Los utilitaristas de la preferencia afirman que lo correcto a hacer es aquello que produzca las mejores consecuencias, pero definiendo a las mejores consecuencias en términos de satisfacción de las preferencias, que incluiría conceptos como la "reputación" antes que el puro.

Esta teoría superficialmente parece lógica y facil de aplicar.
Cuando se aplicó la primera vez, fué una filosfía radical. Buscaba una alternativa para la biblia y sus indicaciones. Es decir, la razón, antes que lo divino.

KANT, FORMALIMO ÉTICO


Savater nos cuenta que, segun Kant la moral está basada en la acción y que lo realmente bueno moral es la buena voluntad, si actiamos mediante ella nadie nos podrá reprochar nada.
En realidad nosotros no somos dueños ode todas nuestras consecuencias , ya que nuestras acciones desembocan en consecuencias diferentes de las que buscabamos.
El imperativo que todos deveríamos asumir como humanos, es que cada uno de nosotros actue de forma que todo se convierta en ley universal para todos y que si  yo voy a actuar de un modo todo el mundo actuara de la misma manera en mi situación y esto deomstraría que todos somos fínes y no objetos. Si digo la verdad demostrare la ley universal pero si no digo la verdad , si miento la mentira no sería base de moralidad y no sería ley universal.
Esto quiere decir que si actuamos con buena voluntad, estamos haciendo lo moralmente correcto y esto nos acercaria a la ley unviersal.

UTOPÍA ¿UN SUEÑO?

El concepto utopía designa la proyección humana de un mundo idealizado que se presenta como alternativo al mundo realmente existente, ejerciendo así una crítica sobre éste.
Íntimamente relacionadas con el deseo de dar un sentido a la vida y alcanzar la felicidad, se encuentran la necesidad y la búsqueda de un mundo mejor, más solidario y más justo. Existe una estrecha relación entre la justicia y las utopías. Ya Platón puso de manifiesto que un mundo ideal en el que todos sus miembros viviesen felices y satisfechos sólo era posible si ese mundo era un mundo justo, pues un Estado es ideal (constituye una utopía) si en él reina la justicia.
Para mi es un sueño, ya que la ambición humana no tiene límites y no sería posible alcanzar un mundo perfecto.